Modalidad TENS
En el mundo de la fisioterapia y medicina rehabilitativa, la estimulación eléctrica nerviosa transcutánea, conocida por sus siglas en inglés TENS, ha emergido como una herramienta para el manejo del dolor. Este método no invasivo ofrece a los terapeutas brindar alivio efectivo y controlado del dolor a los pacientes sin necesidad de recurrir a altas dosis de medicamentos orales o inyectables, siendo una ventaja útil para el manejo de condiciones crónicas en pacientes geriatras, por ejemplo.
La esencia del TENS reside en su capacidad para modular la percepción del dolor a través de la aplicación de corrientes eléctricas (en este caso de baja frecuencia) sobre la superficie de la piel. Si bien es cierto, es una técnica que años atrás se discutía su eficacia, en el mundo actual se ha publicado evidencia científica de su efectividad.
En esta exploración de las generalidades de la modalidad TENS, daré un pantallazo de su mecanismo de acción, aplicaciones clínicas, consideraciones para su uso efectivo, entre otros aspectos necesarios para entender la ciencia detrás de esta técnica.
No está de más advertir que el completo entendimiento de esta técnica necesita un estudio de las bases de la electricidad, así como otras variables que pueden influir en la correcta aplicación de estas bajas frecuencias para alcanzar el objetivo terapéutico. Me refiero a que más que solo colocar electrodos o configurar un aparato, este hecho no nos garantiza que la energía transmitida sea suficiente para lograr una analgesia eficaz.
¡Sintetizando el párrafo anterior, lea este texto con el fin de entender sobre la técnica! No deseo dar recetas para aplicar el TENS, incluso hay equipos que ya vienen programados para ciertos objetivos. Todo siempre debe ir personalizado para cada paciente, entendiendo las necesidades fisiológicas que estén comprometidas.
Dejando de lado el sermón, ¡pasemos a lo que vinimos a leer!
GENERALIDADES DE LA ESTIMULACIÓN NERVIOSA ELÉCTRICA TRANSCUTÁNEA
De manera sencilla podemos describir la técnica como una modalidad que utiliza corrientes de baja frecuencia (hasta 250 Hz) que se valen de la intensidad de la onda y ancho del pulso para despolarizar los nervios, ya sea a nivel periférico o central, y alcanzar su objetivo terapéutico principal: aliviar el dolor.
Se supone que estos impulsos eléctricos controlados alteran la percepción del dolor mediante la teoría de la compuerta o "gate control", una respuesta fisiológica que puede controlar la sensación de dolor en el cerebro al abrir o cerrar una especie de "puerta".
Describamos a grandes rasgos algunas de sus generalidades:
Posee 3 parámetros importantes
- Amplitud: Es la intensidad de la onda, se mide en mA y no sobrepasa los 100 mA.
- Duración de la fase: Es la duración de cada pulso y puede ser larga o corta. Se mide en microsegundos o milisegundos dependiendo del equipo.
- Frecuencia: es el número de ciclos o pulsos que pasan en 1 segundo y se mide en Hercios o Hertz.
Algunos equipos de batería cuentan con los modos continuo, burst y modulado. El modo continuo tiene la característica que persiste la misma frecuencia por el tiempo que dure la sesión, pero no contempla el fenómeno que sucede cuando las fibras nerviosas se estimulan constantemente sin cambios en la intensidad, causando que se "acostumbren" y ya no se sienta la estimulación eléctrica, esto es lo que se conoce como acomodación de los receptores. De ahí surge la necesidad de añadirle una configuración extra a estos equipos portátiles y aparece el modo "modulación", este consiste en cambios de intensidad y/o frecuencia que evitara que el cuerpo se ajuste al mismo impulso por X periodo de tiempo. Por último, el modo burst es aquel que envía trenes de impulsos que varían entre 100 a 200 Hz (dependiendo del equipo) configurando frecuencias desde los 2 hasta los 5 Hz (en algunos equipos puede variar la configuración); este modo también el objetivo de evitar la acomodación de los receptores, además que sirve para generar contracciones fásicas de los músculos que se trabajen en la sesión.
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Representación de como se vería el impulso en los distintos modos que ofrecen algunos equipos de TENS. El mecanismo de acción de estas corrientes de baja frecuencia para aliviar el dolor depende del tipo de TENS que se utilice, más adelante se hablará brevemente de este tema. En esencia, lo que busca esta modalidad es estimular selectivamente ciertas fibras nerviosas con el fin de inhibir la transmisión nociceptiva, otra acción que se le atribuye es la activación de mecanismos naturales como la liberación de endorfinas y encefalinas que son neurotransmisores que actúan como analgésicos que produce el organismo. Entre los efectos fisiológicos que se pueden listar están los siguientes:
Como lo mencione antes, existen diferentes tipos de TENS, pero esto no es más que cambios en parámetros como la frecuencia, intensidad y duración del pulso, que en su conjunto buscan estimular vías nerviosas específicas y así tratar el origen del dolor que puede ser bioquímico, neurálgico o mecánico (aquí es donde se relaciona la medicina física con la fisiología del dolor). Hago un stop aquí, ya que si bien es cierto es importante conocer estos parámetros, los equipos profesionales que suelen venderse a clínicas veterinarias ya vienen con programas para diferentes objetivos. Esto no quita el hecho de conocer que se le está aplicando al paciente, ni tampoco ignorar el origen del dolor. ¡De nada sirve tener un superequipo si no sabes como usarlo! Haré mención a solo dos de los principales tipos principales de TENS:
Estos parámetros son de medicina humana y se han extrapolado a la medicina veterinaria, espero que esta razón sea motivo suficiente para alentar a aquellos que están buscando temas de tesis o les interese la investigación en la medicina física, hacer avances y poder tener en un futuro parámetros que hayan sido probados y avalados con evidencia científica en nuestro rubro. La aplicación clínica principal es el control y alivio del dolor músculo-esquelético, sin embargo, también es usada para reducir espasmos musculares y tratamiento del dolor neuropático. Las contraindicaciones incluyen pacientes en gestación, cardiópatas no controlados, evitar aplicación sobre neoplasias, seno carotídeo o zonas glandulares, no colocar electrodos en zonas de la piel que tengan heridas abiertas o infecciones. Si bien es cierto he abarcado las generalidades del TENS y su aplicación, pero esta terapia tiene muchos más conceptos que aprender, espero pueda seguir con esta dinámica de enseñar más a los colegas como usar esta modalidad básica en el mundo de la rehabilitación. Para más información por favor lee estas referencias bibliográficas que estoy segura ayudaran más en tu estudio:
Si tienes más preguntas o comentarios, estoy a la orden en los canales descritos o en la sección de comentarios. Y. J. Medicina de la rehabilitación y fisioterapia veterinaria Médico veterinario
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Tags : fisica
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